Elegir el calzado adecuado es fundamental para la salud de los pies y el bienestar general. Un zapato inadecuado no solo puede causar molestias pasajeras, sino que con el tiempo puede generar dolor crónico, deformidades y problemas en la marcha.
Desde el Centro Médico Dra. Raquel Santana os ofrecemos esta guía práctica para ayudarte a tomar decisiones seguras al comprar zapatos y cuidar tus pies. A continuación, podéis encontrar qué tener en cuenta y cómo hacerlo.
Al seleccionar un calzado, es importante tener en cuenta varios factores que afectan directamente la comodidad y la salud de tus pies. Un buen calzado debe adaptarse correctamente, proporcionar soporte y distribuir de manera equilibrada las cargas durante la marcha.
El ajuste y la sujeción son esenciales; el zapato debe adaptarse al pie sin comprimirlo ni permitir que se deslice, mientras que el material debe ser transpirable para favorecer la ventilación y evitar la acumulación de humedad.
Por otra parte, la amortiguación y absorción de impactos protegen articulaciones como tobillo, rodilla y cadera, y la flexibilidad debe concentrarse en la zona de los dedos, nunca en el centro de la suela. Además, se recomienda un tacón moderado de entre 2 y 4 centímetros y una horma que respete la anchura natural del pie.
Por último, la plantilla y el soporte del arco son fundamentales, especialmente para personas con pies planos, cavos o necesidades específicas.
A menudo, los problemas en los pies se originan por hábitos erróneos al elegir calzado. Uno de los errores más frecuentes es priorizar la estética sobre la salud. Muchas personas optan por tacones altos, punteras estrechas o diseños atractivos sin considerar la comodidad y el soporte que ofrece el zapato. Este tipo de calzado puede generar sobrecargas en el antepié, dolor en el talón, deformidades como juanetes y aumentar el riesgo de lesiones a largo plazo.
Otro fallo habitual es no elegir la talla correcta. Los pies cambian con los años, pueden ensancharse o desarrollar deformidades que hacen necesario un ajuste diferente al habitual. Por eso, es fundamental probar siempre ambos pies y asegurarse de que hay suficiente espacio en la puntera para permitir el movimiento natural de los dedos y evitar rozaduras o presión excesiva.
Las suelas del calzado también juegan un papel importante en la salud del pie. Aquellas demasiado rígidas pueden limitar la movilidad y afectar la marcha, mientras que las excesivamente blandas pueden reducir la estabilidad y provocar inestabilidad en tobillos y rodillas. Encontrar un equilibrio entre flexibilidad y soporte es clave para mantener una pisada saludable.
Por último, el momento del día en que se prueba el calzado es determinante. Comprar zapatos por la mañana, cuando los pies están menos hinchados, puede llevar a elegir un tamaño insuficiente que se sienta incómodo durante el día. Lo recomendable es probarlos por la tarde o después de realizar actividad física ligera, cuando los pies muestran su tamaño real.
Evitar estos errores no solo mejora la comodidad inmediata, sino que también ayuda a prevenir lesiones, deformidades y problemas de largo plazo, manteniendo la función correcta del pie y la salud general de las extremidades inferiores.
Consejos prácticos para elegir el calzado adecuado
Para mantener los pies saludables, es importante adoptar algunas pautas sencillas pero efectivas. Antes de comprar un calzado, prueba siempre ambos pies y camina con ellos para comprobar la comodidad. Escoge zapatos según la actividad que vayas a realizar, revisa el interior para evitar rozaduras y opta por suelas antideslizantes que aporten estabilidad.
Asimismo, no descuides la renovación de los zapatos desgastados. Un calzado deformado puede modificar la pisada y generar sobrecargas que deriven en dolor o lesiones. Mantener un calzado adecuado y en buen estado contribuye significativamente a la prevención de problemas podológicos y al confort diario.
Si experimentas dolor persistente, deformidades o dificultades para encontrar calzado adecuado, el equipo de podología del Centro Médico Dra. Raquel Santana puede ayudarte. Realizamos estudios de pisada y ofrecemos asesoramiento personalizado para recomendar el calzado más adecuado según el tipo de pie y la actividad diaria. Con un enfoque profesional, buscamos prevenir lesiones y garantizar el bienestar de tus pies. Solicita tu cita de podología y cuida tus pies con atención especializada.
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